El nuevo emperador del Giro d'Italia del centenario, tiene un nombre ruso (el 3º que lo consigue). Él es, Denis Menchov, un corredor afincado en Navarra, la tierra de Miguel Induráin. Y al igual que el gran campeón español, Menchov es un corredor que se muestra frío, y apenas se perciben muecas de dolor en su cara, cuando las cosas se tuercen. Un gran campeón que también "regala" victorias de etapas como lo hacía Miguel Induraín, porque ambos saben que lo mejor es llevarse el premio gordo.
Pero tras cruzar la última línea de meta del Giro d'Italia, el hombre frío y su carácter ruso, explotaron en un estado de euforia contenida desde el día de la crono cuando dió el golpe más importante para vencer este Giro, y desde el cual no se desprendió de la "maglia rosa". El susto de su caída en el úlitmo km. no entrañaba peligro como para perder la carrera, pero seguramente contribuyó y de que manera a la euforia final de Denis Menchov, a quién solo le queda vencer el Tour de Francia.
P.D: ¡Bravo Menchov! ¡Bravo Di Luca! ¡Bravo Pellizoti! ¡Bravo Sastre! ¡Y bravo a todos los corredores de este inolvidable Giro d'Italia! ¡Hasta el próximo año! ¡Ciao Italia!
Gracias a la compañía de mis hermanos, de los ciclistas, del público italiano echado a la calle, de los maravillosos parajes transalpinos, de la emoción y del agotamiento he podido disfrutar de tres semanas maravillosas. No siempre, en mi vida, tendré el placer de vivir el día a día de una gran vuelta ciclista, pero mientras pueda seguir haciéndolo no me lo perderé jamás.
ResponderEliminarEl grito al cielo de un Menchov desbocado ha sido como un orgasmo, el punto y final perfecto para esta aventura de dimensiones épicas.
Eso han sido estas tres semanas, yo no podría definirlo mejor. La verdad, todavía no tengo palabras para hacerlo.
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