Gente Maravillosa #2

Este es el turno de uno de los dos. Y cuando digo dos, me refiero a los "brothers", a los "cortizo", a los "mellizos", como queráis llamarlos (también se acepta Jorge y Emilio, o Emilio y Jorge). Pues bien, ese "uno" es... ¿como lo diría? ¿Quizá el más joven? Pero podría resultar incorrecto, lo cierto es que hablar del rubio, sería más apropiado. Porque verán, estos dos seres excepcionales siempre han discutido acerca de quién ha nacido primero para saber quién es el mayor de los dos, como si esto les concediese un mayor grado de madurez o sabiduría. Como si el hecho de nacer unos minutos antes, ya fuese el "no va más". Pero lo que estos dos pobres ignorantes no saben, es que en términos médicos el último en salir (nacer) habría sido el primero en entrar, y en consecuencia el mayor de los dos. Por eso calificar a Emilio, del mayor o menor, nos podría inducir a un grave error. Pero no quisiera prolongar este debate más allá de lo que ellos lo propagan.

Pues bien, a Emilio va dedicado el presente artículo. Al rubio de ojos azules, como dirían muchas chicas. Un ser más bien tímido (se pone "rojo"), pero con un gran sentido del humor y conocido por su particular forma de pensar, con su mirada buscando "algo" en lo alto del firmamento. Serán las estrellas digo yo...
Le conocí en 5º de primaria (en los recreos más bien), y aunque no coincidiríamos en clase hasta el instituto, lo cierto es que me hice amigo de él mucho antes. Ya en los entrenamientos de futbol me fijé en que no era como los demás, quizá por su timidez, quizá porque buscaba estrellas allí en lo alto, o simplemente porque así tenía que ser. Pero eso poco importa, lo realmente importante es que nuestra amistad es "ahora" y para siempre. Estoy seguro. Por amigos como Emilio merece la pena seguir viviendo en este mundo de locos jeje.

P.D: Al rubio de ojos azules, mejor amigo que futbolista jaja (no te ofendas).
P.D(2): Aunque en la foto su mirada apunte hacia abajo, y su cara adopte una expresión pensativa, esto último no es correcto. Pues lo que Emilio "padece" es un estado bien distinto, vulgarmente denominado como "estar pillado".