De cuando quise ser futbolista.

Todo empezó en el año 1991, cuando quería seguir el ejemplo de mi hermano mayor. Al menos así me lo contaron años más tarde, esa fue la razón por la cual me metí a futbolista, hacía lo que hacía mi hermano. Es posible que tarde o temprano acabase practicando futbol de todas formas, como la mayoría de los chicos, pero yo empecé así. Mi primer equipo fue el F.C.Central (Fribourg) durante mi infancia en suíza.
Solo tengo recuerdos buenos, maravillosos, además de que yo era el "líder" del equipo. La verdad, y aunque queda mal que lo diga yo, era el que empujaba al equipo hacia la victoria. Todos me querían y yo quería a todos, esa era mi fórmula. Así eramos invencibles.

Los últimos 3 años, recuerdo haber ganado la liga, y yo siempre encabezaba el casillero con mis goles. En un paritdo normal metía unos 3 goles de media, en uno muy bueno incluso 7, pero en el último año solo recuerdo haber fallado en un partido donde no metí un solo gol, pero ganamos de todas formas. Un recuerdo que no olvido nunca, es que se me había metido en la cabeza que debía que tenía que meter goles con todas las partes del cuerpo. Os parecerá una "gilipollez" pero yo estaba empeñado, así que lo probé. Y como no era muy bueno de cabeza, en una jugada que llegué adelantado delante de la portería y solo, detuve el balón en la linea blanca, me agaché y empuje el esférico al interior de la portería. Y así hice para conseguir meter gol de rodilla, con cada pierna, con el pecho, con mis partes (aunque me dolió) e incluso de culo, este último no fue ensayado, tan solo fue de rebote, pero para mí contaba igual.

El número diez, era el que me identificaba. Todos sabían que el diez era mío, y como yo también me llamaba Diego, pues muy de vez en cuando (y por lo colores) les recordaba a Maradona. La verdad es que nunca fue como él, ni tenía intención de serlo (para bien y para mal).
Mi aventura en este deporte duró 12años, coincidiendo con el "retiro" de mi hermano, que volvió a influír en mi elección de ser ciclista. Él no practica este deporte, pero me lo dió a conocer y aunque reconozco no ser tan buen ciclista como futbolista, si he encontrado la verdadera esencia que siempre he buscado en el deporte. Muchos sabéis de lo que hablo. Hablo del "Afán de superación".

P.D: Solo me queda agradecerle a mi hermano su sabia influencia, y pedirle que por favor, la próxima vez que cambie de deporte no sea para el waterpolo, que le tengo miedo al agua.