
Es por tanto un gran progreso para este país que quiere defender la paz y seguridad de sus habitantes y borrar así la imagen que lo asociaba a un lugar lleno de gorilas y donde sucedió un atroz genocidio.
Muchos de los que participan en esta carrera, que discurre por carreteras tanto asfaltadas como de tierra, huyeron en aquellos duros años, junto a sus familias a zonas menos peligrosas, como las montañas. Los propios ciclistas cuenta que muchos no lo lograron y murieron, por eso también se les rindió un homenaje a las víctimas en cada salida y llegada de las etapas que conforman el Tour de Rwanda.
P.D: Como anécdota, es increíble ver como el equipo de Burundi usa bicicletas de más de 25 años, que pesa unos 17kgs. ¡Nosotros los europeos nos quejamos de vicio! Jaja.
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