Había alguién que evidentemente se sentía como en casa, y es que no hay como la "comida basura" para que Pepe Nuñez (alias el 'Americano') disfrute como pocos. O los comedores sin escrúpulos, acostumbrados a llenar sus panzas cuando el hipotálamo acciona la función para que el cerebro ordene llenar el estómago de comida, sin importarles con qué.
Y después de la deconstrucción de lo expuesto sobre la mesa, cuando lo platos se hallaban vacíos, algo aceitosos y con restos de comida. Iniciamos una intensa partida a las cartas para decidir que los perdedores lavarían la loza (claro que Emilio no debe de saber que es eso, visto el resultado jeje).
Y entre risas, en un día que debíamos haber ido todos a la fiesta del agua, pero que por motivos de fuerza mayor lo impidieron, aprovechamos las ultimas horas de ese día y algunas otras de la madrugada entrante, para visualizar las fotos de este verano y para terminar jugando a las cartas en el suelo de la cocina.
las partidas al reloj fueron memorables, al igual que el americano bailando la BOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOMBAAAAAAAAAAAAAAAAAAA
ResponderEliminarjajajajaj
Desde luego que fue memorable, lástima de no haber ido a la fiesta del agua y a la playa. Fue lo que no faltó...
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