Por ello, el encargo de bendecir la mesa y los alimentos que más de uno cató con glotonería, fui yo mismo, el anfitrión. Y tras ofrecer unas palabras de gratitud a los presentes, comimos, bebimos y nos divertimos con música, videos, partida de ajedrez y a las cartas.
Me regalaron un conjunto gracioso y poco práctico la verdad jeje, de policía. Un bonito detalle, aunque el regalo serio y a priori más práctico, ha sido la webcam que al parecer me regalan mis amigos precisamente para ver mi careto en los meses venideros que estaremos separados por muchos kms de distancia.
A pesar del chapuzón (refrescante por cierto) y las emotivas despedidas de Emilio y Sara que se fueron de excursión a otro continente, me queda un bonito recuerdo de todos juntos. Algo que repetiremos en Diciembre sin duda alguna.
P.D: ¡Gracias a todos por venir y compartir este día!
Yo es que ya estaba alli, tampoco me supuso mucho esfuerzo. Je!
ResponderEliminarNo ya... jeje!
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