PROXIMAMENTE...
lunes, 30 de noviembre de 2009
La bicicleta de Star Wars.
Una obra de coleccionismo entre los más frikis del ciclismo y de las películas de George Lucas. Una extraña mezcla de hobbies, pero como dice el otro; "Puedes encontrar de todo, en la viña del Señor".
P.D: Esta última imagen no tiene mucho que ver, lo sé, pero me gusta y por eso la he puesto aquí. Se trata de Megan Fox (con la camiseta de Star Wars), me suena su nombre no sé porque. Pero seguramente es muy buena en lo quiera que haga.
sábado, 28 de noviembre de 2009
Distopía sexy
viernes, 27 de noviembre de 2009
viernes, 20 de noviembre de 2009
Manos libres
domingo, 15 de noviembre de 2009
¿Para que sirve esto?
Esta, es una de esas cosas inútiles.
Adivina adivinanza, ¿que es esta estructura que me resulta tan familiar?
A) Un modo de transporte público.
B) Un tandem gigante dirigido por el "Diablo".
C) Una apisonadora.
D) ¿Pero en que sentido va eso?
P.D: No intentéis hacer una en casa, la verdad no creo que sirva para mucho, más que para salir en DILMANÍA y reirse del invento. JAJA!
sábado, 14 de noviembre de 2009
¿Y los dorsales?
Nace la competencia: ¡Big Bang Chinks!
Pero cuando ese detractor, es a la vez un seguidor, las cosas no están claras. Así que no puedo más que dejaros su enlace, haceros la prensentación de su nuevo blog, y que la ley de la oferta y la demanda, imponga su propia justicia.
¡Aquí empieza una nueva guerra! Jeje.
P.D: En todo caso, enhorabuena mientras "te dure" mi brother.
lunes, 9 de noviembre de 2009
Más duro que el ciclismo #3
La historia de Wolfgang Lötzsch es la del ciclista de la República Democrática Alemana (RDA) con más talento de los años setenta, que durante 17 años fue "controlado" por la Stasi, la policía secreta de la RDA, que elaboró informes de su vida cotidiana, transcripciones de escuchas, de seguimientos, de delaciones, que suman 2.000 folios. Lötzsch los ha leído todos. Sabe quién le espió, conoce con nombres y apellidos quién le traicionó.
Y en la más absoluta soledad, sin un maestro, sin asistencia luchó contra los mejores "galgos" de la escuela deportiva de la RDA, pero Lötzsch consiguió una victoria tras otra, contra toda lógica, contra toda esperanza. La afición se enamoró de él, el símbolo de los pequeños triunfos del individuo contra la arrogancia del poder. El público aplaudía algo más que la victoria de un deportista.
Lötzsch nunca salió de la Alemania del Este, muchos lo intentaron a través del muro de Berlín y perecieron en el intento. Nunca se le permitió correr fuera de las vigiladas fronteras de una Alemania dividida. Es la primera historia que conozco, donde la bicicleta no significa libertdad. De hecho, Perico Delgado contaba que de niño no paró hasta conseguir una, porque deseaba ser como sus amigos, tener la misma libertad para viajar, para irse al río las tardes de verano. Y para Lötzsch, la bici era más que eso. Era y sigue siendo, su vida.
A los 17 años Lötzsch ("El Largo") podía aspirar a todos sus sueños. Los cazatalentos se refería a él como "el rey del ciclismo". Y a los 18 años sus tests fisiológicos y de resistencia eran superiores a los de Täve Schur, el campionissimo del Este, campeón del mundo amateur en 1958 y 1959 y repetido vencedor de la Carrera de la Paz. Lötzsch decía; "Yo quería ser del equipo nacional por el estatus que proporcionaba, porque me arreglaría la vida y para llegar a correr la Carrera de la Paz, los Juegos Olímpicos, el Campeonato del Mundo amateur: los tres grandes objetivos con los que se podía soñar en el Este".
A finales de 1971, Lötzsch es la gran esperanza del ciclismo alemán del Este para los Juegos Olímpicos de Múnich 72, disputados en el territorio más enemigo, donde toda medalla de oro sería una victoria del socialismo. Para cerrar su pase al equipo nacional, los directivos de su club local, el Karl Marx Sport Club, le convocan en otoño. Le acompaña su padre a la reunión. Él tiene 18 años; su padre, 71. El padre es un hombre que ha sobrevivido a dos guerras mundiales, sus ojos han visto desfilar delante de ellos la turbulenta historia de la Alemania del siglo XX. Por eso, cuando los jefes del club le sugieren a su hijo la conveniencia de afiliarse al Partido de Unidad Socialista de Alemania, salta disparado como un muelle. Y dice que su hijo sólo quiere hacer deporte, que le dejen tranquilo, y que además en la RDA no hay libertad de opinión ni de prensa.
Unos días después, en vísperas de un campo de entrenamiento en Bélgica, Lötzsch es expulsado del club por su "completa inestabilidad política". "Fue como si el mundo se hundiera bajo mis pies", recuerda Lötzsch, a quien se le cerraron de golpe las puertas del equipo nacional, de los Juegos. Debería haber sido el fin de su carrera deportiva, fue el comienzo de su leyenda (aquí empieza su historia).
El ciclismo es su vida, así que no abandonar. Lötzsch encuentra un hueco en una liguilla de empresas. Su única oportunidad. Corre sin ningún apoyo, con su vieja bicicleta, una pesada Diamant, fabricada en su propia ciudad. Mientras el sistema estatal de entrenamientos perfecciona el trabajo sobre los grandes talentos, a los que envía al extranjero, él se entrena solo en las colinas que rodean su ciudad. La furia es el motor que no le deja descansar. Gana todas las carreras de la liga de empresas. Se gana también el derecho a competir en los campeonatos nacionales y en la carrera de un día más importante, la Vuelta a Berlín. Disputada sobre el pavé del Tour de Flandes. La afición estalla y reclama su participación en los Mundiales. "¡Lötzsch a Canadá! ¡Lötzsch a Canadá!", gritan. El régimen, ridiculizado, cambia inmediatamente las reglas.
Lötzsch no irá al Mundial, pero cuantos más obstáculos pone el Estado en su camino, con más fuerza se entrena, con más determinación trabaja. En las carreras, se repite la consigna: todos contra Lötzsch. Se prohíbe a otros corredores hablar con él. A un ciclista que le dio la mano le expulsaron del equipo nacional. Y contra todos, Lötzsch sigue ganando.
En 1974 gana por primera vez la Vuelta a Berlín, también el campeonato nacional de carretera, la Vuelta a Sajonia. Pero la selección nacional le sigue vedada. El régimen se inventa reglas absurdas. Le obligan a salir cinco minutos después del pelotón, pero él alcanza al grupo y sigue ganando. Y lo más increíble: se gana a la afición. Se convierte en un héroe animado con pancartas, con cánticos, con gritos. "Pero el sistema siguió respondiendo de una manera brutal, cobarde", recuerda Lötzsch mientras lleva una mano a la cabeza pelada y pasa los dedos por una amplia cicatriz en su cráneo. En una carrera, en 1975, Lötzsch sufre una caída. Inconsciente, se queda clavado en el asfalto, la cabeza rota, sangrando. Nadie se detiene a ayudarle. El pelotón pasa de largo. Los coches le esquivan. Finalmente, en el último coche, el médico de otro equipo se detiene. Le transporta al hospital, donde permanece en coma varias semanas con el cráneo fracturado.
Cuando despierta, vuelve a entrenarse. Cuando está dispuesto para volver a correr, recibe un golpe más duro: la federación le suspende, no puede participar en ninguna carrera. El asunto Lötzsch ya ha alcanzado por entonces a los más altos niveles del régimen deportivo de la RDA. La Stasi ya ha empezado a trabajar. Hay momentos en que le espían no menos de 50 colaboradores no oficiales, los oídos de la dictadura del proletariado. Lötzsch, entonces, trata de huir al Oeste. En la Embajada de Bonn le dicen que pida permiso. Dos veces lo rechazan. La Stasi, además, busca cazarle con las manos en la masa: un agente le propone un plan de huida ilegal. Lötzsch no pica. Se reúne en secreto con Rudi Altig (uno de los más grandes del ciclismo alemán) y le pide ayuda. Da un paso más: visita al corresponsal en el Este del Süddeutsche Zeitung, un periódico occidental, y le cuenta su historia. El 20 de julio de 1976, toda Alemania la lee.
La Stasi está furiosa. Una noche, la Policía Nacional (Volkspolizei) le detiene y le provoca. Él estalla. "Los ciudadanos de la RDA no tenemos derechos". Detenido y condenado por "repetido libelo de Estado", Lötzsch pasa 10 meses en una celda de la Stasi, ocho metros cuadrados, un cubículo sin ventanas. 400 flexiones diarias, 3.000 abdominales le mantienen en forma. Si se hubiera abandonado, si hubiera perdido la forma. Si hubiera renunciado a ser ciclista, habría logrado ser deportado. Pero en las condiciones en las que abandona la reclusión, fuerte como al entrar, la Stasi no se puede permitir que salga de la RDA. "¡Nunca saldrás de la RDA! ¡Nunca dejaremos que un renegado como tú gane medallas para el enemigo de clase!", le grita un funcionario de la prisión.
Es el otoño de 1977. Está en libertad. Lötzsch quiere correr de nuevo, pero la sombra de la Stasi no le abandona. Es un "enemigo del Estado" y merece vigilancia plena, detenciones constantes. "Hasta que un día, harto, decidí combatir al régimen con sus mismas armas", dice. Acepta afiliarse al partido, retira su petición de permiso para salir del país, finge haberse reformado. Sólo piensa en su objetivo: el gran regreso.
Su gran día le llega finalmente en 1983, a los 30 años. El sol quema. 128 corredores toman parte en la 77ª edición de la Vuelta a Berlín. Los mejores del país, el orgullo del régimen, los ciclistas modelo, Olaf Ludwig, Uwe Ampler, corredores soviéticos, polacos. Y Wolfgang Lötzsch. Solo. Sin equipo. Su única oportunidad es la fuga. Se escapa en el kilómetro 50. Una locura. Quedan 150 por delante. Contra todo pronóstico, como siempre, Lötzsch gana. Llega solo a la meta, aclamado por cientos de personas que han bajado a la carretera al oír de su fuga por la radio, con 8 minutos y medio sobre el pelotón. La Stasi se rinde definitivamente. "Lötzsch nos ha obligado a respetarle", admite el oficial que con más saña le persiguió.
Wolfgang Lötzsch quería que se conociera su historia, una historia de represión, vigilancia y espionaje común a la de miles, incontables, víctimas del régimen de la RDA. Por eso, para siempre, la bici será símbolo de libertad para él".
Wolfgang Lötzsch sólo conoció los detalles de su carrera destruida cuando tras la caída del muro pudo leer los documentos de la Operación Radio de bicicleta, una de las más amplias de los servicios secretos en el terreno deportivo, 2.000 páginas, una guerra contra un enemigo que no existió en realidad. Lo que descubre es más duro de tragar que cualquier suspensión: ninguno de sus amigos se salva. Todos le espiaron. "Fue un shock descubrirlo", dice Lötzsch. Ninguno de ellos, ninguna de esas personas, a las que aún sigue viendo a diario en Chemnitz, le ha pedido disculpas, le ha dado una explicación.
P.D: Treinta años después, Lötzsch pudo acudir al Giro, a las carreras con las que soñaba en su juventud. Lo hizo como mecánico de equipos ciclistas, del Milram, del Gerolsteiner. Pero esa época también se acabó. Ahora su vida es el pasado, es su taller de bicicletas, a las afueras de su ciudad de toda la vida, un local con una persiana metálica enrollable "de los tiempos del Este", decorado con pósteres de Induráin, Pantani, y con las coronas doradas de sus viejas victorias. Al que acude cada mañana en bicicleta, en una Eddy Merckx que le regaló el mismísimo caníbal a la caída del muro, cuando le contaron su historia.
viernes, 6 de noviembre de 2009
Il Re Leone
Este sprinter italiano consiguió grandes triunfos en su especialidad, conquistando etapas en el Tour, Vuelta y Giro, con un total de 43 etapas en esta última carrera, siendo el corredor con más victorias de la carrera Rosa. Además de ganar clásicas como Gent-Wevelgem, Milán Sanremo o el mundial de ciclismo con 35 años.
No sé si muchos de los que leeréis esto, habéis visto competir a "Cipo" (otro de sus nombres) ya que se retiró en 2005. Pero aparte de sus grandes triunfos, y de su calidad como corredor, la gente lo recuerda por cosas bien diferentes, cosas impropias entre los ciclistas. Pero Cipollini no era como los demás, él si que era y sigue siendo un auténtico "showman", pocos dominaban el espectáculo y los medios como un auténtico "Re Leone", aunque este apodo le vino dado por su enorme cabellera que lucía en sus inicios en el profesionalismo.
Son tantas sus hazañas extradeportivas, que hablar de todas ellas sería un arduo trabajo plasmarlas todas aquí, en cambio he seleccionado un pequeño reportaje fotográfico donde lo podréis ver con tetas postizas, comiendo pastelitos, de sobrado fumándose un cigarro en carrera, vestido de 'César', con traje de boda, ropa de ciclismo con diseños impresionantes, la foto que llevaba en la bici... Y os advierto. Lo que estáis a punto de ver, es real.
Y esto no es todo, hay otras fotos interesantes fuera del ámbito de la competición, y que también nos enseñan un poco más acerca de este personaje. Y aunque lo que se ve a continuación tiene un componente de prensa rosa, eso es algo inevitable cuando uno habla de "Il Bello". Que no solo es un "vulgar" campeonísimo del deporte de los pedales. Pero vean, vean...
Y aunque ha sido breve, espero que este resumen acerca de uno de los grandes personaje del ciclismo, os haya gustado. Una breve mirada a lo deportivo y la vida del sprinter italiano, donde toda palabra se queda corta al lado de todas estas imágenes.
Y otra cosa más, aunque fuese uno de lo corredores con más victorias de la historia del ciclismo, aunque haya logrado ser campeón del mundo, aunque haya sido considerado el mejor sprinter de la historia, aunque sea un auténtico ídolo, aunque nada le pueda decir o enseñar yo a Cipollini, me gustaría hacerle una sugerencia a él y de paso, a muchísimos ciclistas más;
"Mario, por mucha melena de 'Re Leone' que tengas, por mucha imagen que tu representes y que como buen italiano que eres, te guste mostrar tus encantos e ir bien peinado. Por favor te pido, que la próxima vez que salgas en bici te pongas el casco. Gracias".
Una vez Cipollini casi pierde la vida tras caerse en un final de etapa de la Vuelta a España. Tras sufrir el grave accidente, donde su cabeza impactó de llego contra el asfalto, y con los ojos totalmente blancos e inconsciente por muchos minutos, tuvo la suerte de recuperarse y que todo quedase en un gran susto. Pero se ve que no aprende, el casco sigue sin ponérselo.
P.D: Esta foto, es del último Giro d'Italia, donde vemos a Cipollini (sin casco) metiéndose en medio de la carrera como si el fuese el dueño (en su día lo fue jeje), ¿pero quién le dice nada a él? Uno de los responsables de que la carrera Rosa sea lo que es hoy en día.
Por cierto, los otros dos son corredores del Xacobeo-Galicia "transportando" bidones, un tanto ajenos a la intromisión de Cipollini en carrera.
miércoles, 4 de noviembre de 2009
¡A línea de salida!
Esto dará mucho que hablar, al menos, entre el público masculino.
P.D: ¡No apto para cardíacos!
martes, 3 de noviembre de 2009
Compañerismo.
Adivina adivinanza, ¿quién es el mejor compañero de todo el pelotón ciclista y que conduce su bici en esta foto?
A) Eso no es compañerismo, sino un método de entrenamiento donde uno pedalea con el doble de peso.
B) Es "Chrisito" Horner, el norteamericano de Astaná.
C) Eso es una nueva modalidad de ciclismo conocida como; "Ride your bike with your enemy".
D) El pasajero le prometió una cerveza a quién se ofreciese a llevarlo.
P.D: Me pregunto si el corredor del Astaná habrá visto mermado su palmarés por ser tan bueno con los heridos de guerra... ¡Posiblemente!
domingo, 1 de noviembre de 2009
Desde casa a través de la red...
1º) Feliz cumpleaños CHINKS, oye, ¿que te parece si te hago unas preguntas para DILMANIA a un fiel seguidor como tú?
¡Vaya! ¡Eso estaría francamente bien! Sería la primera entrevista que concedería en la Red vasta e infinita.
2º) Tengo la sensación de que los 25 (un cuarto de siglo) son algo especial, como cumplir 10 (por ser 2 cifras) o 18 (mayoría de edad), ¿que te sugiere esa edad? ¿En qué piensa uno al cumplir 25 años?
Supongo que depende de las circunstancias. La psicología social de este siglo nos enseña una importante lección: “normalmente no es el carácter de una persona el que determina como es ésta, sino el contexto en el que se encuentra”.
Del mismo modo en que mis 19 años marcaron un antes, el instituto, y un después, la universidad, mis 25 años también marcan un punto de inflexión en el contexto de la vida con un antes, la universidad, y un incierto después, la vida laboral.
3º) ¿Lo vas a celebrar o te quedarás en casa pensando en lo que has hecho o has dejado de hacer estos últimos 25 años?
No me hace falta repasar mentalmente lo que he hecho o he dejado de hacer durante estos 25 años, me basta con observar el presente para saber si lo que he conseguido o si aquello en lo que me he convertido lo justifica absolutamente todo. Y, por suerte o por méritos propios, así es.
Se trata, por lo tanto, de un día para compartir con todos mis seres queridos ya que cada uno de ellos es como un espejo en el que se refleja una parte del yo interior.
Ya no somos unos simples animales que tienen como instintos únicos sobrevivir, alimentarse y procrear. Ahora somos mucho más que eso.
No me gusta la gente que te dice: “Ahora que tienes novia ya eres feliz, ¿no?” o “Ahora que trabajo ya no tengo tiempo de divertirme como tú.” Pues en mi opinión, ni el tener novia implica la felicidad absoluta ni el tener trabajo implica dejar de lado todos los hobbies e ilusiones de la vida, como si todo estuviese ya resuelto y punto.
Practico deporte, disfruto con el esfuerzo físico; comparto risas y penas con los amigos; he madurado durante mi etapa universitaria; he recordado el francés en la Escuela Oficial de Idiomas; he gritado una infinidad de veces, acompañado de mi familia, al presenciar momentos emocionantes de ciclismo; se me han puesto los pelos de punta escuchando, repetidas veces, los CD’s de mis grupos favoritos o viendo obras maestras del cine (bueno… también se me ponían los pelos de punta cuando tenía frío); …
No me arrepiento de nada. Casi todo lo que he hecho me ha servido para algo. Y lo mejor de todo son las ilusiones que he ido forjando a lo largo de mi vida, los sueños que todavía están a la cola para convertirse en realidad.
5º) Ahora que has terminado tus estudios quisiera recordarte una frase de Quevedo que decía así; "Las universidades titulan pero no desasnan". Yo estoy de acuerdo con él, ¿pero tú que opinas?
Ese pavo sabía lo que decía. A mí enseñaron que lo más importante es “ser persona” y esa siempre ha sido mi prioridad.
6º) Y ahora toca buscar un trabajo digno para ti, ¿qué tienes pensado hacer? ¡Y lo más importante! ¿Cuando te vas de casa?
Ya estoy parcialmente fuera de casa, pero lo que me impide irme del todo es la dependencia económica. No es que esté mal en el nicho familiar, pero quiero engrasar mis alas y echar a volar. Me veo con 25 años y una experiencia laboral prácticamente nula. Estoy perdiendo la fe, ya no sé si el mundo forestal me tiene guardada alguna sorpresa. Empiezo a creer que los tiros no van a ir por ahí. De todos modos yo nunca me quedo de brazos cruzados. He currado un par de meses, ahora sigo yendo a la Escuela de Idiomas para acabar de estudiar inglés, próximamente empezaré a preparar alguna oposición, etc. No sé vosotros, pero yo si no muevo el culo me pudro. .
7º) Volviendo a tu cumpleaños, y ahora que ya tienes una guitarra por terminar la carrera, ¿qué te gustaría que te regalasen?
El apoyo económico y moral que recibo de mis progenitores, para conseguir mis objetivos, es más que suficiente.
8º) Y ya que he dicho lo de tu guitarra, puedes anticiparnos algo al respecto... no sé, ¿te veremos en el Lolapop algún día?
¡Ojala! Sería un sueño más hecho realidad. He vuelto a coger una guitarra en brazos, cosa que no había vuelto a hacer desde que volviera de Suiza allá por el año 1996. No sé que saldrá de todo esto, pero lo que es seguro es que siempre he tenido la ilusión de formar un grupo y, por lo tanto, no voy a abandonar sin intentarlo previamente. El solo hecho de estar aprendiendo a tocar un instrumento ya es un ejercicio muy sano de por sí.
9º) Un tema obligado es el del ciclismo, este año has fallado bastante en tu apuestas (Porra Dilmanía) espero que el próximo año tengas más atino, pero dime que esperas ver, ya sabes, sorpresas, eclosión de jóvenes corredores, Xacobeo-Galicia, Armstrong vs. Contador...
Efectivamente, este no ha sido el año de mis aciertos. Espero volver a recuperar el olfato que tuve durante la temporada 2008 para ganar la próxima porra.
Me gustaría ver que se crean nuevos equipos y que los ya existen no desaparecen. Me gustaría ver que todos los corredores tienen continuidad en el pelotón internacional y que ninguno se queda en la calle. Me gustaría ver una temporada sin positivos y con los traficantes de sustancias prohibidas pasando los meses en la sombra de sus celdas. Me gustaría que la UCI dejase definitivamente de lado el ProTour. Me gustaría ver que las invitaciones se consiguen en la carretera y no en los despachos. Me gustaría ver que el espectáculo prima sobre el conservadurismo y que el que arriesga se lleva el premio gordo.
Puede que veamos a Gilbert haciendo una de sus series en el Poggio, a Haussler pasar volando por Grammont o Arenberg, a Flecha llegando primero al velódromo de Roubaix, a Purito sorprendiendo en Saint-Nicolas, a Mosquera y a Sastre destrozando la carrera rosa en el Mortirolo, a Valverde respondiendo a los ataques de Contador, a Menchov imponiendo una marcha cuartelera en favor de Gesink, al Liquigas de Basso, Pelizzotti, Nibali y Kreuziger rompiendo los esquemas del RadioShack de Armstrong, Klöden y Leipheimer, al Xacobeo Galicia repitiendo con victoria de etapa en la Vuelta a España, a Freire franqueando el arco iris por delante de una manada de canguros sedientos o a Samu rompiendo su maleficio en la carrera de las hojas muertas.
10º) Bueno este espacio te lo cedo para que digas lo que quieras, y saludes a quién te venga en gana.
¡A quererse mamones! Y recordad: “Los buenos serán recompensados a largo plazo.”
11º) Gracias por responder a mis preguntas, y participar en DILMANIA. Sin más me despido, no sin que antes me sugieras algo para mejorar el blog, alguna nueva sección, alguna idea, y por supuesto puedes también elogiarme jeje.
Yo siempre he pensado en crear mi pequeño espacio en la Red, cosa que, de momento, aún no he hecho. En cambio, tú ya lo has llevado a cabo. Te felicito por ello. Mi idea es fundar una página web puesto que, a pesar de lo que creen algunos, con 25 años todavía se está a tiempo para iniciar nuevos proyectos.
P.D: Espero que os haya gustado la entrevista, que no es la última. Porque en Dilmanía ya hemos entrevistado a personajes como Jose "Americano", Barros y mi hermano Chinks. ¿Quién será el siguiente? ¡Atentos fieles seguidores míos! Cualquiera de vosotros puede ser el siguiente.